La clasificación y distinción entre esquemas en los que se organizan diferentes ciudades nos hace ver como el urbanismo, en su intento de recrear ciudades con sistemas relacionados complejos, copia sin ningún criterio lo que se hacía en ciudades antiguas. El objetivo no debería ser el de copiar, sino el de entender los fundamentos y recrearlos en las nuevas ciudades, para que estas no carezcan de relaciones los conjuntos que tienen las ciudades. Habría que atender a que estos conjuntos se relacionan de diferente manera, como puede ser superponiéndose o directamente alejándose, pero siempre tiene una relación y son dependientes los unos de los otros. Esta dependencia hace que todos los conjuntos formen un sistema definido. Los conjuntos que mantienen relaciones de alejamientos respecto a otros conjuntos de la misma ciudad hacen en esta se valoren muchos menos subconjuntos que en ciudades donde se dan relaciones de superposición entre ellos.

Con estas ideas de conjuntos y de relaciones entre ellos Alexander explica y compara cómo son las ciudades con un esquema de semirretículo y como son las que tiene un esquema de árbol. Explica porque las ciudades modernas de hoy en día se plantean como árboles en lugar de hacerse con una estructura de semirretículo, un esquema más complejo que nos permite la relación entre más factores que influyen en la ciudad. Para explicar que una estructura en semirretículo es mejor para organizar una ciudad, compara esta estructura con la sociedad moderna que hoy en día se comporta con esta estructura. Además, trata temas como la jerarquía en los núcleos urbanos de aspectos de la ciudad muy cercanos a la sociedad y el alejamiento de otros aspectos necesarios para la sociedad. Finalmente, Alexander termina explicando que un árbol es una estructura simple de pensar y organizar, mientras que el semirretículo implica muchas más relaciones que los urbanistas no pueden pensar ya que es complicado materializar este término tan matemático.