En el artículo de esta semana Moneo nos habla y define distintos conceptos que debemos tener presentes en el campo de la arquitectura, como son el objeto arquitectónico, el tipo, el prototipo, el modelo...

A lo largo del relato designa estas ideas y plantea problemas que surgen a partir de estas estigmatizaciones. Pues bien es cierto que, al poseer la noción de "tipo" nos estamos limitando mucho mentalmente a la hora de diseñar.

¿A qué me estoy refiriendo? Se nos han metido en la cabeza muchos modelos, prototipos y ejemplos de distintas tipologías de usos, desencadenando que a la hora de idear nuevas obras con estas funciones tendamos a seguir la misma línea de estas obras ya conocidas.

Por ejemplo, cuando relfexionamos sobre un edificio de oficinas, usualmente, lo primero que se nos viene a la mente es un prisma vertical elevado, con cerramientos de vidrio, estructura metálica, y de carácter industrial. A mi, sin ir más lejos se me reproduce la imagen del Seagram Building de Mies Van der Rohe. Y este hecho, desde mi punto de vista, cuarta mucho nuestra imaginación, pues estamos encasillando una tipología en una serie de parámetros que no se deben de seguir obligatoriamente. ¿Por qué no puede ser el edifcio de oficinas de escasa altura y marcado por planos horizontales?,¿por qué no se nos ocurre que el edificio esté rodeado de una gran vegetación y espacios de descanso con zonas verdes? O, ¿y si este edificio en vez de elevarse se fuese enterrrando?

La dificultad que nos plantéa el tipo es quedarnos estancados en los "clichés", sin embargo esto no significa que no tengamos que guardar referencias sobre arquitecturas anteriores, pues no debemos olvidar, que este gremio consiste en la continua reinterpretación de proyectos, que a su vez, fueron influenciados por otras propuestas anteriores y así sucesivamente. 

Los modelos son nuestra principal base de datos e información, pero no podemos quedarnos acomodados en ellos, nuestra responsabilidad es saber dar un paso más y bebiendo de las influencias que conocemos, pero sin dejar de contribuir a la creación de nuevas ideas, y así conseguir que la noción de tipo siga evolucionando.