Ya sea físicamente o mentalmente la ciudad se plantea de manera diferente para cada persona que la habita, haciendo del habitar de la ciudad una experiencia única en relación al espacio-tiempo.

Cuando el autor dice que el proyecto es como un texto, nos quiere decir que cada proyecto urbano se piensa a partir de otras prexistencias, otras narraciones que ocurren en la ciudad y que no podemos pasar desapercibidas. Estas narraciones vienen dadas en función del tiempo, de manera que de cada una hay una experiencia concreta ( tiempo histórico, tiempo personal, tiempo material…). Para entender mejor esta relación entre el espacio tiempo que hace el autor, se hace referencia referencia a la diagonal como elemento de compresión en las ciudades no solo comprime el espacio, sino que también lo hace el tiempo. En lugar de tener que rodear una manzana completa para llegar a la punta opuesta, se crea una diagonal que hace nuestros recorridos sean más escasos. Para cada persona que habita la ciudad ese tiempo es personal y sobre todo relativo.

 Es por eso por lo que creo que la ciudad es un contendor de narraciones creadas por los que la habitan. Narraciones que discurren linealmente, sin pausas ni fragmentaciones, narraciones que integran el discurso de las ciudades.

Para terminar, considero que la ciudad se crea mediante las experiencias de quienes la habitamos: de quienes paseamos por ella, de quienes creamos rutas, de quienes consumimos…