El urbanismo contemporáneo, según el artículo, es un urbanismo de dispositivos. Un urbanismo de dispositivos es aquel que está formado por un conjunto de prácticas, saberes, normativas, arquitecturas….

Desde este punto de vista, el planeamiento urbanístico no solo se reduce a una sección dibujada en el papel, sino que se nutre de unos determinados análisis de una sociedad concreta, un estado económico, geográfico e histórico. Todos estos análisis están en constante proceso de evolución y cambio ( como se dice en el texto los dispositivos tienen que discutir y negociar para poder avanzar), lo que provoca que el urbanismo de dispositivos sea un urbanismo evolutivo y dinámico. Por otra parte, en el texto se discuten más adjetivos que definen al neourbanismo, como por ejemplo: el urbanismo participativo. En este caso, el adjetivo nos quiere decir que un planteamiento urbano lleva ligado multitud de ideas creadas no solo por el urbanista, también por la gente que habita las ciudades. De esta manera, la ciudad en blanco, sino que se planea siguiendo unos parámetros concretos que nos da la sociedad. Las ciudades están en constante cambio y son los planes urbanos los que tienen que dar una respuesta rápida y astuta a todos estos cambios constantes. Es por eso por lo que el autor en el artículo también hace referencia al urbanismo flexible. Por eso, en el urbanismo flexible se habla de un efecto catalizador, ya  que es aquel que genera planes en los que aparecen ciertos elementos que mejoran la ciudad pero temporalmente, según el momento necesario.

Para terminar, decir que el nuevo urbanismo dispositivos da pie a todos los conceptos que se tratan en el texto, ya que a partir de ese concepto emergen ideas para comenzar el planteamiento urbano de una ciudad. Además, el texto también nos incita a pensar que el urbanismo de hoy en día necesita profesionales que se involucren en todos las características anteriores y en muchos más temas, ya que las ciudades están cambiando y se necesitan nuevas ideas.