Diálogos

01. Koolhaas, Rem    ¿qué ha sido del urbanismo?

Koolhaas plasma en estos párrafos su profunda reflexión crítica sobre el urbanismo actual.

Evidencia el estado de crisis en el que se encuentra la idea de ciudad proveniente del Monimiento Moderno, llegando a afirmar que el urbanismo está muerto y solo hay arquitectura, cada vez más y más.

La muerte del urbanismo -nuestro refugio en la seguridad parasitaria de la arquitectura- conlleva un desastre inmanente: cada vez se injerta más sustancia en unas raíces moribundas.

Esto se debe a las seductoras cualidades de la arquitectura de definir, excluir, delimitar, separar del "resto", etc. Estas cualidades se pueden ver como operaciones del urbanismo moderno que contempla una visión generalizada y rígida de la ciudad, que intenta proponer soluciones de orden y omnipotencia, que busca configuraciones "estables" en vez de potencialidades, que se autodefine como un urbanismo desalentador en vez de uno animado.

La sintesis de esta reflexión se produce en la definición de un "nuevo urbanismo" que escenificará la incertidumbre, correrá riesgos desproporcionados, se ocupará de la irrigación de potenciales en el territorio, definirá la expansión del contenido y la negación de las fronteras, y que nos invita a imaginar mil y un conceptos alternativos de ciudad.

Estas ideas radicales pueden ser muy sugerentes y enriquecedoras a la hora de nuestra formación comon urbanistas: ver la ciduad y el urbanismo contemporáneo como conceptos mucho más complejos y vivos, que incluso nos sacan a los urbanistas y arquitectos de un plano de regidores absolutos y nos traen a otro de sujetos colaboradores, que aceptan una realidad caótica y cambiante mucho más honesta que la imposición de unos proyectos y prototipos destinados a la visión de una ciudad preservada.

Dado que está fuera de control, lo urbano va a convertirse en un nuevo campo para la imaginación. Este urbanismo redefinido no sólo será una profesión, sino una manera de pensar, cuya Ideología consistiría en la aceptación de lo que existe.

2.1 Alexander, Christopher    La ciudad no es un árbol

El autor del texto abre su reflexión haciendo una distinción entre ciudades naturales, que han nacido historícamente de una manera "espontánea", y las ciudadaes artificiales, que son las que han sido creadas por diseñadores y planificadores.

Dice que el diseño de las artificiales son un completo fracaso desde el punto de vista humano. Apunta que el problema, y lo que priva de la humaniudad que si tienen las ciudades naturales, está entonces en el la naturaleza intríseca de estos diseños artificiales.

¿Cúal es el la naturaleza intrínseca, el principio ordenador, que distingue la ciudad artificial de la ciudad natural? 

La respuesta que le da a la anterior cita es que las estructuras de las ciudades artificiales se comportan como un árbol, que parte de un nucleo de servicio (tronco) que configura el resto de servicios de una forma jerárquica (ramas).

Una familia de conjuntos forma un árbol si, y sólo si, tomados dos conjuntos que pertenecen a la familia, uno está o bien contenido por entero en el otro, o bien separado por entero del otro.

Esta estructura impide que haya una fricción de distintas actividades en la ciudad que brinden esa humanidad perdida. Sería entonces más conveniente trabajar con sistemas de semirretículo, que son los que presentan las ciudades naturales.

Una familia de conjuntos forma un semirretículo si, y sólo si, cuando se sobreponen dos conjuntos que pertenecen a la familia, el conjunto de elementos comunes a los dos pertenece también a la familia.

Creo que la clave de esta reflexión está en preguntarnos de que manera se tienen que entender las ciudades. Si como máquinas "eficientes" que tienen sus piezas conmpartimentadas, para que sea más reconocible su funcionamiento y por consiguiente su planificación ahogada y elegida por unos pocos, o como organismos vivos y complejos en los cuales sus partes cooperan y conviven para crear un todo más humano y cívico.

2.2 De Solá Morales, M.   Prólogo Unwin

El autor del texto pone en valor la obra teórica urbanística de Unwin en la actualidad. Debido a la crisis en la que se encuentra el urbanismo funcionalista Manuel de Solá nos recomendará revisar la obra de este autor poniendola como referencia para hacer buen urbanismo en la actualidad. Uno de los aspectos más relevantes de la idea de Unwin es como aunaba dos posturas de hacer urbanismo como lo son el "formalismo" y el "informalismo".

En seguida advirtió la tensión entre las dos posturas: el "formalismo" de un urbanismo que se apoya en la legislación, en el trazado y en las tradiciones clásica y renacentista, y el "informalismo" de un urbanismo que se apoya en el lugar, en la edificación, en el contraste y en la diferencia."

Unwin planteó muchas más de estas perennes cuestiones como lo son la mirada de la ciudad desde la vivienda, la individualidad de las ciudades y el desglose matrerial de los elementos que componen barrios y ciudades .Yo creo que lo revelador de este texto es darnos cuenta de que pese a haber pasado 100 años de estos manuales, muchas de las cuestiones se mantienen como puntos en los que trabajar para desarrolar urbanismo. Apuntar también que estos textos introdujeron temas que para nosotros a día de hoy son parte fundamental de nuestra práctica, aunque antes no se pesaran.

Poco a poco, elementos que hasta ahí habían parecido como aislados, propios de cada operación, se descubrirían como temas de ordenación de conjutno, sujetos a posibles reglas de diseño urbano.

Teniendo en cuenta esto podríamos pensar que todavía hay cuestiones que podrían añadirse o reinterpretarse en el urbanismo del futuro para quedarse como esenciales.

Revisar manuales que marcaron un antes y un despúes en la manera de entender el urbanismo nos sirve para darnos cuentas de que hay cuestiones intrínsecas en la práctica de organizar, favorecer y proteger la convivencia en sociedad. Espejos que nos permiten mirar el pasado, para comprender el presente e imaginar el futuro de nuestras ciudades.