Este artículo propone un ejercicio de imaginación de cómo serán las ciudades en un futuro, para tratar el tema pidieron a las clases de los alumnos de segundo de arquitectura de la escuela Politécnica de Barcelona que plantearan de manera utópica las transformaciones de estas ciudades. 

Por lo general cuando se habla de ciudad del futuro nos imaginamos una ciudad nueva, muy avanzada tecnológicamente y evolucionada. Como consecuencia de esto la calidad de vida mejorará. Pero no todo el progreso será industrialización, ni grandes ciudades completamente construidas. Se centran en la importancia de las zonas verdes, núcleos de socialización, produciendo así una expansión de estas zonas que dé lugar incluso a bosques en mitad de las grandes metrópolis. También destacan la separación del tráfico rodado de las vías peatonales mediante elevación para facilitar su separación.

 A parte de esto, el artículo señala que no cree que las ciudades no cambiarán tanto en cuanto a morfología si no en su forma de habitar y que el crecimiento exponencial del consumo afectará a la densidad de estas ciudades siendo necesario adaptar las calles para evitar su saturación.

Como mensaje final, aunque el futuro se vea esperanzador por los avances económicos es necesario que demos importancia a nuestras costumbres para mantener nuestra identidad.