El arquitecto es una figura fundamental para el crecimiento y desarrollo de una ciudad, basta mirar hacia atrás y ver como esta pregunta se ha replanteado en numerosas ocasiones a lo largo de la historia, cuando la oferta y la demanda o la forma de trabajo del arquitecto variaban sustancialmente. Sin embargo, ha sido precisamente en estos períodos de tiempo más adversos para la supervivencia de los arquitectos cuando mayores éxitos ha conseguido la propia arquitectura.

    Para que una ciudad funcione de manera homogénea y equilibrada teniendo en cuenta las demandas sociales en cuanto a equipamientos, infraestructuras, proyección futura, actividad de sus habitantes..Debe estar planificada desde un principio por un equipo multidisciplinal que tenga en cuenta estos aspectos y que disponga de la preparación conocimiento histórico, técnico y medioambiental suficientes para coordinar el planeamiento que la desarrolle. La persona idónea y que posee suficiente información para dirigir este equipo es el arquitecto.

  Es la responsabilidad del arquitecto el realizar una correcta planificación de los espacios que repercuten en la vida diaria de las personas, y es más, es obligación realizar una labor que permita facilitar el día a día de la población, proporcionando así una mejora en la calidad de vida favoreciendo el bienestar. Por lo tanto el arquitecto es la persona dotada de los conocimientos y con las competencias necesarias para realizar esta labor.