Lo que Koolhaas pretende con este texto es concienciarnos de que el urbanismo ya no tiene sentido de la forma en que conocemos que se hacía en la antigüedad. Las ciudades, puesto que ya se encuentran formadas, no requieren grandes intervenciones a una escala desmesurada y realizadas por personas con ideas un tanto distintas a gran parte de la ciudadanía. Es por ello que rechaza los proyectos de urbanistas a niveles mayores.

De esta forma, dice Koolhaas, la verdadera solución al problema podríamos encontrarla en una renovación de ideas de las personas que intervienen de forma constante y variable en la ciudad. Podríamos hablar, por tanto, de "un acto de acumulación y modificación, y no de un proceso de transformación"

En cuanto a mi opinión personal acerca de tema, es cierto que es muy difícil que una intervención urbanística a gran escala funcione si es elaborada por una persona atendiendo a las ideas que le pasen por la cabeza teniendo delante solamente una pequeña parte de informes y problemas. Pero que también hay que pensar ciertos aspectos a nivel de ciudad de una forma continúa y bajo un mismo criterio. Por tanto, la forma de que la ciudad funcionara podría ser mediante la coordinación acertada de la expansión borbotante del día a día, es decir, que los proyectos a pequeña escala vayan surgiendo de forma expontánea conforme el momento lo vaya requiriendo, pero todo incluído en un plan lógico y flexible.