El urbanismo se ha generalizado. En un momento de la historia en el que nuestra población se multiplica el urbanista, el urbanismo, se encuentra en crisis. En todos lados, ciertos lugares de la ciudad, los podríamos situar en cualquier parte del mundo, ya que son iguales en todos estos en su mirada más general. También es verdad que esta eclosión demográfica a venida de la mano de una revolución tecnológica muy potente, que ha hecho que nuestra manera de movernos, nuestras formas de vida sean totalmente diferentes. Quizá estos cambios tan profundos y tan superpuestos no han ayudado a generar ciudad sin repetir.

       Rem Koolhaas propone evadirnos de todo lo que hay alrededor del urbanismo hoy en día, de las cadenas del pasado y de revitalizar las raíces podridas de la actualidad, librándonos de los límites, creando espacios libres, que se mezclen unos con otros. Probablemente nos equivocaremos, pero algunos pocos acertarán y serán a esos a los que habrá que imitar y de los que aprender. El urbanismo pasado no se creó en dos días, la ciudad, como dice Manuel de Solà-Morales, no se crea en 5 años, va mucho más allá.

       Por tanto, debemos también quitarnos esas reticencias a lo nuevo, en muchos lugares de nuestra geografía más cercana todo aquello que suponga cambiar lo antiguo, modificarlas, con materiales e ideas propias de nuestro tiempo crea alarma. Pero es algo que ha pasado siempre, ¿Qué es si no el palacio de Carlos V en la Alhambra? Confiemos en la nueva urbanidad y despojémonos de las ataduras del pasado.