Virtudes y desventajas de los centros comerciales.

Cuando se nos plantea la idea de reflexionar sobre los centros comerciales encontramos dos facetas muy distintas.

En el debate, todos hablamos de lo positivo o negativo que presentan estas grandes superficies en cuestión de la creación o destrucción de empleo,  la variedad de productos que podemos o no encontrar, el sedentarismo que genera la circulación en coche, la congestión mejor o peor resuelta del tráfico y el bienestar  o malestar que genera en  la población.

Sin embargo, se debatió poco sobre el impacto urbanístico que un centro comercial genera. En primer lugar observamos que las ciudades reservan grandes espacios en la periferia la cual se beneficia en gran medida ya que genera empleo y vivienda cercana a las grandes superficies en algunos casos.

Además favorece el sistema de conexión en ese punto con la ciudad, creando grandes bolsas de aparcamiento y enriqueciendo la red viaria de la zona.

Sin embargo, creemos que los centros comerciales crean un gran impacto visual que no siempre es positivo, normalmente su estética es desalentadora tanto en exterior como en interior.

Únicamente pensado para vivir de día, convirtiendo el espacio en el que se implanta en un lugar fantasmagórico al llegar la noche.

Por otro lado, por muy bien resuelto que esté el acceso a dicho espacio, siempre se crean congestiones a horas punta y en determinados días. Esto sólo genera malestar y contaminación ambiental.

Urbanísticamente los centros comerciales sólo ganan si se sitúan en la ciudad no en su periferia. De ese si podrían ser de utilidad y generar espacios públicos y con vida en la ciudad.

Llegamos a la conclusión de que en el mall esta todo más concentrado y práctico a la hora de realizar compras o pasar el día, siempre buena temperatura sea invierno o verano. Pero esto conlleva la perdida de muchos negocios típicos de la ciudad a los que la gente deja de ir, rompiendo con el ambiente tradicional de la ciudad. En los centros comerciales además solo podemos encontrar siempre las mismas marcas de multinacionales algo que no pasa en la red de calles de una ciudad donde se puede encontrar de todo.

Finalmente gano el equipo que estaba a favor de los centros comerciales.