Proyecto: Urban Games 2013
Tema: Diálogos
Coordinadores:
abarca
dacama
Si actualmente todas aquellas zonas que planificamos no nos gustan y las vemos como incómodas, ¿Por qué planificar, si aquello que consideramos que conocemos como lugar bello parece haber nacido de forma espontánea y aleatoria?
Aquí erradica lo que Lynch llama el arte de planificar el sitio, de emplazar. Este defiende que la discusión no debe de fundamentarse en si planificar o si no planificar, sino en qué medida planificar.
No existe una medida perfecta hasta la cual desarrollar un plan ni un proyecto, pero bajo mi punto de vista creo que todos deberíamos estar de acuerdo en una cosa, planificar algo hasta el último detalle para nada favorece a su continuidad en el tiempo. Proponiendo estrategias cerradas, no permitimos que generaciones futuras se adapten a estas, y seguramente se verán como incomodas. Debemos de ser conscientes del innato poder que un lugar tiene, para ello debemos conocer a la perfección el sitio en el que nos encontramos, de cuál va a ser el papel de las personas que lo formen y la capacidad de ejecución que hay en este. Solo así, como defiende el autor, seremos capaces de proponer soluciones lo suficientemente abiertas como para que sean tomadas en consideración.
Como Lynch defiende, emplazar es un arte, un arte entendido como una organización del entorno físico como soporte del comportamiento urbano. Esto es lo que nos convierte en arquitectos, y por tanto no debemos de incrustar un territorio a nuestras ideas, sino nuestras ideas a un territorio.
El arte de planificar el sitio,pero entendiendo que "el sitio" tiene un innato poder para sobrevivir a la obra del hombre. Muy interesante tu comentario
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