Proyecto: Urban Games 2013
Tema: Diálogos
Coordinadores:
abarca
dacama
¿Cuál es el verdadero significado de espacio público?
Gran parte del problema procede de la confusión o mal entendimiento del término; no es lo mismo espacio residual que espacio público. Si somos capaces de discernir entre lo uno y lo otro seremos capaces de crearlos, de lo contrario, no haremos más que incrementar los espacios inútiles que caerán en desuso. El término está perdiendo su verdadera acepción por su errónea asociación en muchos casos con los vacíos de la ciudad.
De esta manera surgen muchos de los problemas de la ciudad, cuando un proyecto carece de sentido, idea y/o intencionalidad y pasa a ser pura forma y disposición de cosas, cosas que ni cuentan ni expresan nada.
El espacio público no ha de ser la excusa del poder político, sino que es un espacio por y para la sociedad, un lugar que forma al ciudadano y que es creado y planteado pensando en sus necesidades y requerimientos y no como una mera promesa en papel.
El espacio como tal influye y determina la vida de las personas y si es público su impacto es mucho mayor. Por ello, es necesario y propio centrar nuestros esfuerzos y energía en crearlos, y hacerlo bien.
La especulación, el valor del suelo y los intereses políticos que subyacen bajo muchos planes urbanos han degenerado en proyectos arbitrarios e innecesarios que se han convertido en una caricatura de lo que se pretenden que sean.
En el urbanismo, al igual que en muchas otras cosas, parece que la originalidad (confundida con aleatoriedad y gratituidad formal) se impone a lo funcional pero el caso es que no debemos perder de vista que el espacio público es ante todo un espacio de relación e intercambio, un espacio para el ciudadano frente al individuo que surge para ser vivido y sentido por la ciudad.
En muchos casos se llega al extremo de intentar reducir al mínimo el área de influencia de un espacio por su carácter práctico pero lo cierto es que terminan por ser ajenos a la realidad circundante; el espacio público es más bien una "gota" que se "derrama" y "moja" a toda la ciudad.
Lo que se consigue en muchos de los casos es convertirlos en "show-room" o escaparates a través de los que puedes ver pero no tocar; se convierten en espacios verdaderamente desagradables y fríos.
Vivimos en una sociedad en la que somos cada vez más sedentarios debido en parte a que no hay nada que nos pueda aportar la ciudad e incita a participar y disfrutar activamente de ella; en lugar de eso, de ser una auténtica experiencia y vivencia se convierte en una serie de recorridos y distancias establecidas hogar-trabajo, trabajo-ocio, hogar-ocio (nada de espacios y lugares de encuentro, nada de espacios de juego, ni plazas ni parques) y extensas y yermas llanuras pobres en urbanidad, auténticos desiertos dentro de la ciudad.
Esto es precisamente de lo que carecen estos espacios, de urbanidad, de potencial y carácter suficiente para hacer ciudad; de hecho, las ciudades deberían ser conocidas por su riqueza en espacios públicos y no tanto por sus hitos o elementos exentos.
Receta para crear auténticos espacios urbanos:
1.- Esconda los intereses económicos y políticos bajo falsas normativas y cuestiones ambientales y de sostenibilidad
2.- Escoja el espacio en desuso que más le guste de la ciudad
3.- Coloque bancos y alguna fuente
4.- Ilumine el espacio (tal espacio merece ser visto también de noche)
5.- Si se es generoso disponga algún árbol, eso sí, a ser posible dónde no proporcione sombra
6.- Repita hasta la saciedad todos los puntos anteriores para crear ciudad
7.- Extrapole este modelo a otras ciudades (los ciudadanos se lo agradecerán)
Si se siguen todos los puntos anteriores usted será capaz de crear cualquier espacio "público" en cualquier lugar y en cualquier momento. Felicidades
En el caso de que no se quiera seguir lo anteriormente propuesto siempre se puede optar por justificarlo au nque no sea "poner bancos y fuentes", justificar la idea en relación al lugar prestando especial atención a las zonas conflictivas de verdadera importancia como son las "esquinas" atendiendo a su materialización y trascendencia casi metafísica.
Dos casos paradigmáticos de la ciudad en el que pese a ser espacios de circulación uno es eminentemente urbano y el otro no: las rondas son fronteras dentro de la misma ciudad que no dejan ver la relaciones establecidas entre el todo y las partes y en las que su homogeneidad no sabe responder a las irregularidades de la ciudad; por contra, las estaciones de metro son "esquinas" de la ciudad en las que su uso(medio de transporte) queda igualado u olvidado en favor de un lugar de encuentro, intercambio y relación.
Opino que para terminar con esta "enfermedad" del espacio público se debe intentar responder bajo un nuevo urbanismo, un urbanismo sin prejuicios e innovador metodológica y conceptualmente, un urbanismo alejado de los estándares de pavimentos hidráulicos y bancos y pérgolas de terraza.
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