Despues todos los ejercicios y estudios que he hecgo, creo que la questión que debería ponerme de verdad tiene una nuancia un poco diferente: no que hacer por la ciudad, sino que hacer junto con la ciudad.

Hablamos de un organismo vivo y siempre cambiante y además, es hecho de seres humanos, las creaturas los más capables a adaptarse a cualquier situación y condición. Como arquitectos y/o urbanistas, hacemos parte este organismo, casi como células, pero al mismo tiempo lo vemos del "exterior". Es una pespectiva única sobre la ciudad, de dentro y de fuera también pero, como he visto durante los ejercicios,  es muy facíl caer en la la trapa de olvidar el conjunto de dicha perspectiva y acercarnos más solo de solo una manera de ver y analizar y no de las dos.

Par olvidar de ver el conjunto a todos su escalas, trabajamos "por" la ciudad y arriesgamos a tratar la ciudad como una cosa y no como el organismo vivo que lo es de verdad. Arriesgamos a ordenar demasiado cuando, en realidad, la ciudad es una de las mejores representaciones de la teoria del caos (esta teoria trata ciertos tipos de sistemas dinamicos muy sensibles a las variaciones en las condiciones iniciales-pequeñas variaciones en dichas condiciones iniciales pueden implicar grandes diferencias en el comportamiento futuro, imposibilitando una predicción exacto pero sin embargo, quedando algunas limitas de manifestación). Las ciudades en este caso no necesiten una secuencia de reglas rigidas pero polos y centros de atracción que las dan el "algo más" y alrededor de cuales podrían ulteriormente desarrollarse solas ( par polos de atracción no hablo de centros fisicos pero de cualquier tipo de intervenciones focalizados a los necesidades de la ciudad).

Aqui viene lo que he dicho antes, de trabajar junto con la ciudad-cada ciudad tiene su conjunto único y, si intentamos ver par la perspectiva única mencionada anteriormente, la ciudad nos "dice" que tipo de polo acceptaría y a cual tipo de polo respondría, que asimilaría como parte de su organismo y no la trataría como un apendice incómoda, que sería mejor por su "células" -los ciudadanos.  Para citar de Solá Morales (en su entrevista "Me interesa la piel de las ciudades"):  << Cuando vas a un buen paseo o parque, en Madrid u otra ciudad, en parte la sientes tuya; entiendes que mucha gente la ha hecho y que formas parte de este ciudad [...]; en la ciudad vivimos con la total sensación de que compartimos>>. Y que me ha ayudado lo más a llegar a este pensamiento es una otra frase suya de la misma entrevista: <<el cambio de lo subjetivo a lo colectivo, eso es que hace la ciudad>>, es decir ver de dentro y de fuera al mismo tiempo y tener un diálogo continuo entre el subjetivo y el colectivo y entre nosotros y la ciudad..

es decir trabajar junto con la ciudad par adaptarnos a su dinamicidad (y no viceversa) y responder a lo que necesita de verdad y no que parece necesitar a una primera vista demasiado cercana o demasiado lejana.