¿En qué grado y medida debe ser planificado el lugar de nuestro proyecto? Yo opino que la planificación del lugar es totalmente necesaria, aunque también entiendo que el azar y la espontaneidad pueden crear lugares totalmente mágicos y bellos. Entonces ¿Qué es lo mejor?

Así se inicia una continua contienda entre lo que es nuevo y lo que no lo es tanto, un continuo devenir que siempre nos ha perseguido a lo largo de la historia. El texto se remite tiempo atrás y compara la situación con la actual. A día de hoy nosotros nos vemos condicionados por muchos factores como las ventajas económicas y la rápida evolución de la tecnología lo que nos hace estar cada vez más alejados del cliente. Y ya no es sólo eso, sino que suponemos la elección del emplazamiento como la menor de las decisiones. Pero también hay otros factores, que no dependen de nosotros, y que obliga a una planificación y a una mecanización del trabajo como es el crecimiento demográfico exponencial con el fin siempre de mejorar la calidad de vida de las personas.

Debemos aprender a trabajar con el medio natural y olvidarnos de esas construcciones autistas, que parecen construirse mediante una orden de copiar-pegar y que no necesitan una relación con su medio. La elección de un lugar no solo depende de cuánto vale y de cómo funcione, sino que hay que pensar en su impacto biológico, social y psicológico en las personas. El entorno es tan social como físico, y el hombre y el hábitat natural, aunque no nos lo creamos, trabajan unidos, al igual que le ocurre a la arquitectura y al medio en el que se implanta.