Me resulta muy difícil comentar esta entrevista pues me encuentro muy de acuerdo en todo lo que he leído.

Para empezar comenzaré con mi definición de arquitectura como el arte de construir, tal y como lo decía Vitrubio. Una arquitectura sin corporeidad ni materialidad carece totalmente de sentido; debemos reflejarla mediante dibujos, bocetos, ideas y teorías pero la Arquitectura sólo con papel no se puede hacer y es algo que defiende muy bien este arquitecto.

Su visión de la nueva ciudad y de que el urbanismo no haya muerto me resulta esperanzadora en una España en crisis en la que muchos estudiantes, entre los que yo me incluyo, dudamos mucho sobre lo que estamos estudiando y si realmente merece la pena en esta situación. Ahora hay más motivos para hacer urbanismo y para mejorar la ciudad, hay más problemas que solucionar que hace 50 años. Pero también debemos ser cautos y conscientes de que una ciudad no es un edificio y no se puede arreglar en dos, tres o cinco años.

“La ciudad es una máquina cada vez más rica y diversa”

Hace una crítica que comparto totalmente con la difusión de los medios de comunicación, que como en muchos otros temas, muestran solo una cara de la moneda. Hacen publicidad de edificios por otros intereses que no son los arquitectónicos y crean una opinión en el público desvirtuando el trabajado que hacen los verdaderos arquitectos.

Para finalizar concluyo con que a mí también me interesa la piel de las ciudades: lo que vemos y lo que tocamos es lo esencial en un proyecto, si de apariencia algo no nos gusta difícilmente vamos a interesarnos por lo que hay más allá.