La geometría ha sido una herramienta muy básica en la arquitectura, a escala urbana o a escala más doméstica. A nivel de ciudad pienso que una organización geométrica o cartesiana va a generar una imagen homogénea de la ciudad, quizás es un síntoma que se ve cuando se camina por Barcelona, la sensación de repetición, salvo por hitos puntuales que rompen esta imagen, hace que se caiga en una monotonía. Pienso que la ordenación de la ciudad debe de ser clara pero sin caer en una geometría radical, quizás el urbanismo de estas primeras ciudades industriales pensó demasiado en la ordenación de tan repentina cantidad de gente, pero olvidando una imagen de conjunto a posteriori. Una cosa que me llama la atención es que menciona que lo espontaneo, como los campamentos romanos, son urbanismo y el autor lo cataloga esto de bueno, debido a la experiencia de este curso, yo pienso lo contrario del autor, pienso que lo espontaneo puede asumir las necesidades de un determinado momento, por otro lado un buen programa elaborado puede asumir necesidades de futuro, y el ejemplo más claro para mi es Daca y su caos permanente en el que todo se ha ido improvisando hasta dar lugar al desastre que encontramos hoy, la planificación en su justa medida es quizá la elección más acertada, usando la geometría como herramienta, aunque entiendo otras posturas como las de Camilo Sitte como una crítica a esa geometría en busca de caminos más sinuosos, puede ser una alternativa y quizás pienso que con esto se generen imágenes más curiosas y para mi gusto más atractivas debido a que dan más juego y apuestan por una integración mayor con el lugar, con la geometría pienso que estamos más en un ambiente que se puede aplicar para cualquier sitio, en el que todo vale. La apuesta por una combinación de geometría y formas sinuosas para un funcionamiento de la ciudad y una búsqueda de coherencia, pienso que sería la solución que más riqueza le aportaría a la ciudad.