Me parece muy interesante lo que se habla respecto a la ciudad antigua en comparación a la actual, es un tema del que ya hemos hablado varias veces en clase, de cómo intervenir en dichas ciudades y etc… Yo pienso que tanto la ciudad antigua y la nueva poseen sus cosas buenas y sus cosas malas, pero que a veces es necesario intervenir en la parte antigua. Cuando se plantea un edificio moderno en un casco antiguo normalmente recibe un gran número de críticas por parte de la gente, pero eso pasa por falta de educación arquitectónica hacia el ciudadano, las intervenciones en sitios históricos son quizás las más complejas porque habría que buscar un equilibrio con las preexistencias, habría que recurrir a la historia pero sin abandonar la modernidad, y por eso pienso que no todo lo antiguo es lo bueno, pienso que una intervención contemporánea puede ser incluso más buena que la histórica, actualmente a pie de calle se piensa que lo bueno son esos edificios impresionantes de hormigón y vidrio, fruto de una mala opinión y de la especulación, por busca de una imagen que impresione, pero estos proyectos deben de aportar algo más que una imagen, como un buen uso o función, la resolución del programa o la interacción con el entorno, de esto se habla en el texto de la relación construcción con arquitectura, pienso que hay mucha construcción y poca arquitectura, por lo que he mencionado antes, por el poco ejercicio que se hace a la hora de proyectar, la especulación creo que ha sido un elemento muy dañino para la arquitectura. Pienso que hoy en día más que de ruina histórica, deberíamos hablar de ruina contemporánea que es parte también de la imagen de nuestro urbanismo, pero al ser más actual no se valora, se debería repensar más la intervención y aprovechamiento de esos edificios que se quedan a medio construir y que generan un paisaje de abandono, esto daría muchas posibilidades a un correcto aprovechamiento del espacio, antes de ocupar nuevos lugares.