Wallace Stevens decía: la confianza, como el arte, nunca proviene de tener todas las respuestas, sino de estar abierto a todas las preguntas.

Creo que ése es el mayor logro de un arquitecto, trabajar con las relaciones sociales, cambiantes, caprichosas.

La capacidad de cambiar de escala, de uso, de situación. Tiene que ser técnico, funcional, y a la vez sensible, trabajar con materiales abstractos.

"Destruir es mejor que crear cuando no estamos creando cosas realmente necesarias" Federico Fellini. Y toda la razón. Creo que poco a poco, a raíz sobre todo de la crisis económica, los arquitectos están dándose cuenta de esto, recuperando el concepto de ciudadano.

Según Lefebvre, "lo urbano" es una forma mental y social. Creo que aquí el arquitecto tiene mucho que ofrecer; ya que juega en todos los campos, y sin él, la ciudad no sería más que fragmentos, relaciones inacabadas, calles sin sentido, espacios vacíos.

Aunque son los ciudadanos los que dan vida a una ciudad,ésta no se daría si alguien no la hubiese pensado e imaginado.

"Lugar es uno de aquellos momentos en que el pensamiento se entrelaza con lo real". Un buen arquitecto de nuestros días debería de llevar a cabo esta forma de pensar de Miralles. No acumular datos, sino multiplicarlos. 

Creo que lo más bonito de la arquitectura es la leve incertidumbre que lleva consigo. Un proyecto, sea el que sea, no está acabado hasta su repercusión social. El arquitecto es el único capaz de predecir y acercarse a esta situación. Lo que lo hace imprescindible.

"Cuando estoy trabajando en un problema, nunca pienso sobre su belleza, sólo pienso en resolver el problema. Pero cuando lo termino, si la solución no es bella, sé que está equivocada", en palabras de Fuller.