Proyecto: Urban Games 2014
Tema: Reflexión Final
Coordinadores:
abarca
dacama
Ser arquitecto no significa solo hacer solo una profesión, significa hacer muchas a el mismo tiempo. No se trata solo de dibujo, estetica o cálculos. Es primero la relación entre ellos, pero también la relación con la historia, con el presente, con la ciudad y con el territorio. Con la gente y su manera de vivir, con la etica y la filosofia. Ser arquitectos es ser hombre del pasado, del presente y del futuro. Sociologo y ingeniero. Ecologista y materialista. Hombre de imaginación y hombre de concreto. Entender esto es una condición necesaria para ser un bueno arquitecto.
Sin embargo es importante también conocer cual son los limites de nuestra profesión. Ser arquitectos no significa tener en man el poder de cambiar la ciudad, o la posibilidad de construirse una villa en ribera al mar. Seguro lo que nos piden de hacer es saber gobernar, gestir y resolver problemas y situaciones, pero es algo diferente saber gestir y imponer tu propia idea, tu propio proyecto. El poder que tiene un arquitecto puede devenir muy peligroso para la ciudad y nosotros mismos si el no sabe que es todo una cuestión de compromisos. Olvidar tus propios intereses y convicciones para adelantar los de la gente y del ambiente circunstante, esto es lo primero que tenemos que hacer cuando empezamos a proyectar.
Porque creo que el trabajo de un arquitecto nunca puede permanecer lo mismo. Cuando se trata de proyectar en una ciudad, esta claro que lo primero que debemos hacer es entender que estamos trabajando sobre algo que nunca puede ser estatico, que cambia a una velocidad impresionante, sobretodo ahora en la epoca contemporanea. Por esto debemos preguntarnos cual son las necesidades de un aglomeración urbana hoy y entender que son diferentes entre una aglomeración y otra y diferentes de las necesidades de ayer.
Ser arquitecto significa también que debemos saber ver en futuro, imaginar como se vive un espacio que todavía no existe, cual son las sensaciones que el puede generar, imaginarse cual será la huella en la ciudad de algo que solo tu ves hasta ahora y qué será destinado a permanecer por mucho tiempo. Tener una grande capacidad de imaginación es por eso fundamental, pero también es importante hacer que la gente vea lo que tu ahora ves, justificar de una manera fuerte el motivo de tu intervención.
Que puede hacer el arquitecto por la ciudad? Vivirla. Respirarla y hacerla suya. Conocerla y nunca pensar de haberla conocida toda. Recorrerla con o sin meta, solo para aprender algo de ella. Porque al final no somos nosotros que trabajamos por la ciudad, sino es la ciudad que nos ofrece la oportunidad de servirla, servirla a lo mejor. El arquitecto es hombre de su propia ciudad, pero es también hombre de todas las ciudades del mundo.
Al final siempre los arquitectos han hecho el trabajo por lo que han sido llamados: crear espacio para las personas, arquitecturas, iglesias, viviendas, puentes, jardines. Siempre han dado respuestas a una necesidad o una voluntad. Y porque a veces lo hemos cumplido mal? Porque estaba equivocado el pensamiento que nos transportaba. Una obra de arquitectura es siempre el reflejo de un pensamiento, de una ideologia y de un estudio. Y no siempre están justos. Entonces que puede hacer un arquitecto para una ciudad? Preguntarte siempre si tu pensamiento es correcto y seguir ir a la busca de lo mas justo para el contexto. Y, si sabes relacionar todos los aspectos que hemos dicho antes, al final la obra que estas buscando te saldrá pronto clara.
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