“A lo mejor las ciudades hoy no son muy bonitas, pero son mucho más interesantes de lo que eran las ciudades históricas.”
Me sorprendí mucho al leer esta frase, y se me vino corriendo a la cabeza pensar un por qué. Realmente Solà-Morales me sorprendió y es que es verdad que a veces realmente no nos paramos a pensar lo interesantes que son las ciudades de hoy en día. Son complejas, y es que la sociedad cada día lo es más pues las generaciones van avanzando, cambia el funcionamiento de las cosas, aumenta la diversidad de elementos, y sobre todo,” la gente es más capaz” (y nosotros debemos serlo en mayor medida).
Ahora la gente se interesa por otras cosas, buscamos respuesta a todo y cualquier proyecto es la unión de mucha ideas, nos interesa la diversidad, y ¿qué es una ciudad sin diversidad?, esto es lo que da vida a las ciudades y lo que atrae a la gente.
Sin embargo los ciudadanos cada vez tienen menos voz en las ciudades. En el debate discutimos a cerca de en qué deben formar parte los ciudadanos. Y a mí aún me surge la duda, los ciudadanos tienen que ser partícipes de la ciudad, pues son los que la habitan, los que la viven, pero somos conscientes de que existe falta de cultura ciudadana para poder dar opiniones contundentes. Y es que para gustos colores, pero a veces no se trata de que te guste algo, sino mirar en el trasfondo, y ver si es una buena respuesta de proyecto, si cumple más cosas que no sean la propia estética, y eso a veces escasea en la ciudadanía.