No obstante, cuando el símbolo griego de la polis, la diosa de la Fortuna, Tiqué, coronada de un círculo de murallas y pacíficamente sentada, se asoció a las ciudades recién creadas, como Alejandría y Antioquía, siguió personificando la tradición del aspecto cerrado y protector de la ciudad-estado. [...]
Este tipo aparecía con frecuencia en las estatuas monumentales, así como en las monedas. Su popularidad persistió en el período romano. Aparece reflejado en una copia medieval de la Tabula Peutingeriana, primitiva adaptación cristiana de un mapa de carreteras del mundo romano, que se encuentra ahora en la Biblioteca Nacional de Viena. En ella las ciudades aparecen en perspectiva, rodeadas de murallas, mientras que los núcleos más pequeños se representan con edificios en escorzo. Antioquía está representada por Tiqué, sentada, con una aureola alrededor de la cabeza y el Orontes a sus pies, mientras que Roma, dentro de su círculo de murallas, está entronizada con un globo terráqueo en la mano, y Constantinopla aparece identificada por la columna de Constantino, erigida en el año 331 d. de C. Las figuras femeninas, basadas originariamente en el prototipo de la diosa-ciudad protectora del helenismo, se fueron transformando en figuras masculinas a lo largo del período medieval, demostrando así hasta que punto se había malinterpretado y olvidado gran parte de su significación básica
Podéis ver la Tabula Peutingeriana completa en la entrada Panel: http://doyoucity.com/proyectos/entrada/92
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