El texto de Rem Koolhaas es una crítica a la evolución demográfica que han sufrido las ciudades hasta el día de hoy y en cómo ha afectado eso al urbanismo.
Realmente es una paradoja, como el propio Koolhaas define muy bien, que justo cuando estamos en el punto más alto de urbanización de las ciudades debido a la necesidad de abastecer a un número de personas que nunca ha sido tan alto, el urbanismo se deje notar de pasada o a veces pasando desapercibido.
El número de ciudadanos crece, la ciudad crece hacia arriba, hacia abajo, hacia izquierda y hacia derecha, la espiral se alarga... Y a la vez que se alarga, la espiral se sale de los márgenes de la organización, de la teórica armonía, de la correcta argumentación y entra en la dimensión del caos. Una dimensión en la que ya no implora el "cómo se hace" si no el "hay que hacerlo". Y con este principio por ley las ciudades empiezan a tragar sin digerir espacios adyacentes a edificios, espacios en blanco pero con buen motivo para estar en blanco, espacios verdes, los cuáles ya nunca más volverán a ser verdes, etc.
No puedo decir que estoy de acuerdo ni que no lo estoy, ya que el texto no da lugar a presentar conformidad, sino que es más bien una simple descripción de la realidad, una realidad que sigue avanzando. Como forma de continuar ese texto, esa realidad, pienso en el momento en que el caos no tenga más salida, en el que éste se comerá a él mismo y viajará hasta el centro de la espiral presentando su ley donde un día hubo urbanismo debido a que los ciudadanos abarcan terreno más rápido que lo que los urbanistas hoy día pueden dar el golpe encima de la mesa.