En el artículo, “Los ejes en el proyecto de la ciudad”, Rosa Barba Casanovas hace una reflexión sobre el espacio de los ejes urbanos y territoriales, como introducción al desarrollo de la geometría a nivel urbano, y de la estructura como cualidad distintiva de un lugar en el territorio.
En primer lugar, comienza por hacer un repaso al uso de los ejes en la historia del urbanismo. Desde el Cardo y Decumanus romanos, los trazos de las reformas urbanas del Renacimiento o del Barroco, las geometrías del suelo agrícola roturado… Las geometrías de estos ejes muestran el dominio del hombre sobre su entorno.
Se para más detenidamente en los años en los que nacen las grandes metrópolis. Se introduce la idea de ensanche en urbanismo y aquí es donde, según la arquitecta, se descubre por fin la fuerza de los ejes “no porque antes no existieran, sino por el valor sintético de la abstracción que contienen”. Ejemplo estrella es el ensanche del Plan Cerdá de Barcelona, que se apoya en geometría simple pero rotunda. Otros ejemplos de actuaciones urbanas de la época son los ejes trazados por el barón Haussmann en París, o Regent’s Street de Londres, de John Nash.
Sin embargo, en la actualidad surgen muchas preguntas sobre la forma de la ciudad, ante las que la autora del artículo señala existen dos posiciones: una de ellas propone una huida hacia estilos del pasado, y la otra intenta realmente descubrir cuál es la forma de un lugar de hoy.
Para terminar, incluye una serie de características de los ejes, vistos tanto de forma clásica, como de una manera más reciente, y concluye que la ciudad actual no será una ciudad de ejes, sino un espacio de tejidos y corredores, pero aun así es necesario estudiar los ejes para comprender nuestra manera de vivir.