Nos encontramos en una época de gran expansión demográfica en muchas ciudades y el urbanismo, quizás, no ha sabido adaptarse a esos cambios tan rápidos. Puede agotar a cualquiera que trate de definir la ciudad, mas aun si además se suman otros agentes como la política, economía,… La urbanización generalizada del suelo está haciendo que se pierda la esencia de la ciudad. El urbanismo se debe adaptar a las necesidades de la sociedad, llegando incluso a redistribuir parcial o totalmente lo existente con el fin de obtener mayor funcionalidad adaptada a las necesidades.

Existe algo de caos en el urbanismo actual, que nace a lo mejor de hacer poco al respecto, quizás por estar más centrados en la arquitectura individual que colectiva. El urbanismo debe ser capaz de conectar esas arquitecturas para crear una ciudad funcional y sin perder la esencia de la ciudad, no construir por construir, sino con razonamiento.

La ciudad es el lugar en que vivimos y debemos mejorarla continuamente adaptándola a las necesidades funcionales y estéticas que se demanden en cada momento.

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