Proyecto: Urban Games 2015
Tema: Diálogos
Coordinadores:
abarca
dacama
Más allá de la estructura física de las ciudades que propone el autor en el texto, me quedo con el mensaje de ciudad-sociedad perfecta e idílica donde todos los habitantes son solidarios y comprometidos, al mismo tiempo que son recompensados. ¿Hay una mejor manera de hacer ciudad?
Es evidente que Tomás Moro protesta contra la ciudad en que vive. La propia palabra que identifica tanto al escrito como a la isla imaginaria, Utopía, así lo indica. Las relaciones humanas son los motores de la sociedad. En este caso, fluyen y son las causantes de la ciudad perfecta e igualitaria para el autor.
Traspasar esas líneas a la actualidad parece impensable, por el propio hecho de modificar la educación que tenemos adquirida. Considero que somos menos sociables cada día, impulsados por las exigencias de una vida casi predefinida de antemano, nos hallamos encorsetados en una especie de protocolo social donde nos marcan el paso.
Posiblemente, ser más utópicos sería un buen comienzo para salir de lo estipulado, incluso a sabiendas de que la propia ciudad, la sociedad o el sistema son contrarios a ello. Casi con toda seguridad, ese acercamiento interactivo asentaría poco a poco para que la utopía dejase de ser utopía y se hiciese realidad.
Imagen propia. Octavia. Las ciudades invisibles (Ítalo Calvino).
Yo no estoy de acuerdo con que la sociedad que presenta Tomás Moro sea idílica. Idílica sería una sociedad en la que la gente compitiera entre sí respetando las reglas del juego. Una sociedad igualitaria es un pantano de agua estancada. La evolución es producto de la competencia. Un sociedad sin competencia es como un acuífero sin gradiente de presión: ni la primera avanza ni del segundo mana agua.
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