Para Koolhaas el urbanismo ha perdido la entidad necesaria ya que se proyecta y construye sin pensar en el lugar que nos rodea llevando a cabo una arquitectura como si de objetos singulares se tratase. Para Koolhaas el urbanismo y la arquitectura van íntimamente ligadas y debe ir transformándose y experimentándose y que la gente de a pie sean los encargados de generar los espacios y no el pequeño sector de "iluminados" arquitectos.

El autor aunque pesimista deja una pequeña luz abierta y es que cada uno debe poner ese granito de arena con pequeñas intervenciones y no esas grandes obras construidas en la antigüedad que destruían y construían. Son pequeñas cosas cotidianas las que nos dan esa entidad que hablaba en un principio y que cada lugar tiene gracias a las personas que habitan ese sitio. 

Fotografía: Richard Hamilton (Pop Art).

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