El arquitecto y urbanista Manuel de Solà-Morales, perteneciente a una linea continuada de generaciones de arquitectos y alumno del presidente de los CIAM Jose Lluis Sert, defiende en esta entrevista una arquitectura de nivel corpóreo y material, al alcance de muchos, en detrimento de una arquitectura más conceptual, que en ocasiones es solo disfrutada por muy pocos. Es esta materialidad y corporeidad lo que el denomína piel, y que para él supone un pilar clave en la arquitectura, ya que es la encargada de generar sensaciones en el ciudadano.

Cuando Solà habla de materialidad no solo se refiere a tipos de materiales, sino también a cualidades espaciales, esas sensaciones de las que él tanto nos habla. 

Insiste también en la idea de la diversidad y complejidad en las ciudades, indispensable si se quiere emocionar al que las recorre. 

Destaca además las "esquinas" como puntos clave de la urbe, no en el sentido geométrico, sino como intersección de espacios, transiciones, rompiendo las barreras de la ciudad y generando un espacio en el que el ciudadano se sienta parte de la ciudad. 

Lo que dice Solà es interesante. Estoy de acuerdo cuando habla de un exceso de abstracción que, mucho más lejos de decir que es erróneo, argumenta que es algo que no está al alcande del entendimiento de todos. Ya que la ciudad somos todos, hagamos algo para todos. Ayudemos a hacer de la piel de la ciudad una extensión de nuestra propia casa y vida. Siempre y cuando, alega el arquitecto, no utilicemos esta piel para fines publicitarios o comerciales, pues se pervierten las sensaciones con mensajes banales.