Esta vez, el fragmento a comentar trata de una introducción a la topografía, historia y urbanismo de la "isla" de Utopía, producto de la imaginación del pensador, humanista y escritor Tomas Moro, en busca de su modelo ideal de comunidad a gran escala.

Los utopianos son los habitantes que gozan del mundo de fantasía creado por Moro. Le deben su nombre al fundador Utopo, quien llegó al terreno peninsular conocido anteriormente como Abraxa y aisló la zona, dándole independencia con respecto al continente y rodeandola de agua para convertirla en inexpugnable. 

Incluso la propia topografía deja entrever cierta simetría en el trazado, lo que nos sugiere aun más su carácter ficticio. 54 ciudades, todas ellas iguales entre sí tanto en cultura, estética, costumbres, etc, salvo por las irregularidades del emplazamiento en el que se encuentren, están dispuestas de tal manera que no exista más de un día de camino entre las dos más próximas. Los espacios generados entre núcleos de población dan lugar a zonas de cultivo, donde no solo existe rotación de tierras, sino también de individuos que la trabajan. Cada dos años, un grupo de habitantes emigran de las ciudades al campo con tal de labrarlo. Año tras año, se van relevando dichos habitantes, de forma que los que llegan nuevos son tutelados por los que ya llevan un año en el asunto. Una vez terminado el periodo de dos años, regresan a la ciudad.

A pesar de esta unidad o módulo de ciudad, existe una sede o capital llamada Amaurota, situada justo en el centro. Un manantial la recorre y suple de agua desde el interior, frustrando cualquier intento de invasión mediante envenenamiento o corte del agua.

Lo más destacado y a mi parecer lo más aplicable a la contemporaneidad es lo siguiente; la traza de las calles. Propone una calle estándar de un ancho de 20 pies (6 metros) y un patio interior con huerto del mismo ancho que la calle, dando la misma importancia espacial a un espacio público que privado, distorsionando estos dos términos y fusionándolos en uno solo. La sucesión de patios interiores pasan al mismo nivel que la del entramado de calles de la ciudad. 

Finaliza el texto destacando el carácter común de las viviendas; todas las casas son de todos, de hecho, se echarían a suertes a la hora de repartirlas.

El mapa adjuntado abajo es una traducción literal de lo que podría ser el esquema de Utopía.