El gran urbanista y arquitecto De Solá-Morales, hace un prólogo sobre el urbanismo pensado por Raymond Unwin. 

Un urbanismo funcionalista, donde estamos viendo como en las periferias de las grandes ciudades el fracaso de este pensamiento. Grandes derroches económicos para realizar bloques residenciales, edificaciones altura, espacios urbanos que quedan en mano de la interperie acabando deteriorándose con el tiempo... Éstas son algunas de las cuestiones que le preocupan a Unwin. Se nos vuelve a replantear la situación, estructura y ordenación actual de barrios y áreas urbanas. Costes de suelos, derroches económicos en arquitectura innecesarias que no aportan a la ciudad, barrios periféricos aislados y totalmente autosuficientes, anchuras de calles o aceras, materiales, centros y lugares colectivos, elementos de unión entre barrios, espacios entre calles o edificios... cuestiones que se consideraban aisladas y que ahora se replantea el estudio y ordenación del conjunto para crear ciudad.

Se preocupó en estudiar y diseñar de forma ordenada el crecimiento espontáneo de ciudades, intentando crear las bases de un buen urbanismo para la ciudad, siempre yendo desde lo general a lo particular. Dotar a la ciudad de una buena jerarquía y estructura. 

Cataloga el urbanismo en dos posturas diferentes: el formalismo, que se rige en las normas, en el trazado y en las tradiciones clásicas y renacentistas; y el informalismo que se apoya en el lugar, en la edificación y diferencias. Unwin insiste en el compromiso de éstas dos vertientes. El concebir los dos términos por separado creo que es erróneo. Nada es totalmente puro. En cada proyecto formalista, hay unos puntos informalistas, y viceversa.

La arquitectura y el urbanismo debe crear y generar respuestas a las condiciones y necesidades que pida el usuario, pero ¿hay que crear urbanismo mezclando éstas dos escuelas en las que Unwin clasifica el urbanismo? Yo creo que si. Es necesario tomar lo mejor de cada punto y potenciarlo. No nos podemos olvidar de la legislación, pero tampoco podemos olvidar la edificación, las diferencias y contrastes, la topografía del lugar. 

Está claro que el significado de un urbanismo formalista surgió de la necesidad de organizar el suelo a base de lineas rectilíneas, todo distribuido a la perfección. De la necesidad de abastecer un crecimiento espontáneo, donde el lugar es una clave importante, surge el informalismo. Aquí ya no importa tanto la organización perfecta en manzanas rectangulares ni calles rectilíneas. Abastecer las necesidades de la ciudad.

En mi opinión, deberíamos dejarnos llevar más por este informalismo. Crear ciudades diferentes, con su propia planimetría, planta, suelo, pero nunca olvidándonos de la parte formal ni el trazado de una ciudad. No debemos olvidar que cada ciudad debe tener sus propias características y organización, por eso no podemos caer en un formalismo estricto dónde tomemos una ciudad tipo y hagamos esa plantilla una y otra vez. Si esto sucediera, ¿dónde quedaría la magia y la belleza propia de cada ciudad?

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