Necesidad. La construcción de ejes en la ciudad puede tener muchos justificantes detrás: para enfatizar zonas de la ciudad, para comunicar grandes puntos de esta de una forma más rápida y directa, para desarrollar bulevares con una gran cantidad de comercios…

   “… necesitamos un espacio para algo más que para movernos y un sitio para acumular las imágenes de lo que llamamos un lugar central.”

Aquí, el texto se centra en la necesidad del ser humano de crear estos ejes para asimilar cuales son las zonas principales de la ciudad. Desde pequeños tomamos referencias que seguimos para poder mejorar. Como puede ser un padre o una madre, un eje permite el desarrollo de una ciudad ya que funcionalmente es la mejor opción. A partir de aquí, la ciudad crecerá.

   Tomando un ejemplo: Granada. En sus inicios estaba únicamente comunicada por Camino de Ronda. Hoy día, Gran Vía, “nuestra” intervención de ensanche, parece haber cogido más protagonismo que el que antes tenía Camino de Ronda, ello producido por el crecimiento de lo urbano. Dos vías inicialmente pensadas de forma distinta, comunicar los principales puntos de la ciudad frente a la división de esta, que han acabado siendo el eje de los ciudadanos y el eje de la ciudad respectivamente.

   “… quizá, la ciudad dejará de ser un eje, una perspectiva interior, para ser un horizonte, lo que no es tan inverosímil en nuestra capacidad actual de lectura del movimiento, en velocidad y puntos de vista.”

Se plantea aquí la verdadera necesidad de un eje en una ciudad. A pesar de su carácter eminentemente funcional, un eje hace lo que un ombligo en un egocéntrico, mirarse así mismo. Qué es más importante en la ciudad que la propia ciudad. Puede que un poco de ego no le venga mal a la ciudad. Sin embargo, en un eje no está completo el concepto de ciudad. Solamente es capaz de abarcarse en su plenitud ella misma, de aquí la necesidad de crecer desde una perspectiva más horizontal.

   “La función de los ejes […] se sitúa en el compromiso entre forma y estructura, sin obviar el valor de la escala para templar con precisión el poder de cada instrumento.”

La escala, tan importante para los arquitectos, en lo urbano es capaz de conseguir la funcionalidad de los ejes. Los recuerdos, la sensación de centralidad, el tipo de eje que llegue a ser dependen de la escala. Cómo llegar a presidir una ciudad con dos carriles, cada uno en un sentido, en un mundo eminentemente rodado; cómo guardar en la retina de una persona el asombro ante una enorme fachada o en un simple detalle de un pomo, si no es con la escala.

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