La calle es un eje de conexión pero a su vez es también un elemento generador de la vida del hombre.

Debemos plantearnos como queremos que sean nuestras calles. No son simples líneas de circulación, son algo más debido a que las utilizamos las personas y somos nosotros quienes debemos marcar y crear los límites con nuestro entorno.

No debemos negar la importancia de los vehículos (coches, motos, autobuses), aunque puedan llegar a ser una molestia o incluso un “enemigo”, dentro de las calles que comparten con los peatones. Estos dos elementos deben coexistir de la mejor manera posible y atendiendo a la reestructuración de la calle en nuestras ciudades para que ello sea posible.

Pero quizás la reflexión que debamos hacer no es solo a que funciones dedicamos las calles, sino en qué nos hemos convertido los ciudadanos. Debería existir una riqueza de multifuncionalidad dentro de nuestras calles y para que esto sea posible deberíamos de reflexionar acerca de nuestros modos de vida.

Fuente de la imágen: http://www.cafedelasciudades.com.ar/movilidad_88.htm