A nuestro grupo se le encargó el estudio de indicadores y el proyecto “La Ciudad De Los Niños” en torno al Colegio Público Arrayanes. Y cuando nos dispusimos a realizar el proyecto acudimos al lugar indicado, tanto por Google Maps como por los administradores del proyecto y es así como el primer problema surge cuando el colegio se indicaba en torno a la Puerta Elvira y examinando el sitio, nos damos cuenta que no se encuentra allí.

Así que llamamos por teléfono y nos indican que mucha gente se equivoca porque en el Google Maps está mal indica y que en realidad se encuentran al lado del parque comercial kinépolis.

Aprovechando la llamada pedimos cita para hablar con la directora y nos la conceden para esa misma semana, teniendo que llegar entre las 9:00 y las 10:00 pes es cuando está disponible dirección, ya que la propia dirección impartía clase.

Al acudir allí ya nos llama la atención que se encuentra en el barrio granadino Almanjayar y lo mal cuidada que está la zona. Pero en el centro nos reciben con muy buenas formas y cuando le exponemos el proyecto, quedan encantados, firmando las autorizaciones debidas y movilizando al profesorado para que cuanto antes los tutores de los niños firmasen las autorizaciones.

(Además les explicamos cómo solucionar el problema de ubicación con Google y al parecer lo han corregido ya, pues la ubicación del colegio ya te manda al Kinepolis, aunque el nombre de la calle sigue mal puesto)

La directora era joven y se mostró muy comprensiva en todo momento, alegando que todos habíamos sido estudiantes y que era importante para el barrio en el que se encontraban una intervención o un ejercicio de concienciación de los más pequeños.

Acudimos al centro la semana siguiente con todos los papeles ya en regla y para que hubiese más alumnos, combinaron las clase de 5º y 6º, sumando un total de unos 30 alumnos.

Para que los niños nos prestasen más atención colocamos las mesas de manera que no estuviesen juntos y su opinión fuese diferente a los demás alumnos pues no paraban de hablar. Pero en seguida intervinieron los profesores para poner orden y echarnos una mano.

Realizamos las encuestas junto a los alumnos, ayudándoles y explicándoles las cuestiones que no entendían. Algunos se mostraron muy interesados por el tema, pues lo que les exponíamos en el papel, les suponía el día a día de su barrio.

Al terminar el ejercicio, agradecimos a los profesores y la dirección del centro la colaboración prestada y abandonamos el lugar para examinar las respuestas en un sitio más tranquilo. Aunque las conclusiones fueron tristes pero reales, entre las que encontrábamos:

- Muy poca higiene del barrio. Muchos de los alumnos escribieron que habían demasiadas cacas de perro y que mucha basura fuera de las papeleras y contenedores. Los cuales, algunos habían sido quemados.

- Pocos lugares de ocio, pues los lugares de quedada de los niños eran los portales de algunas casas. Anteriormente se juntaban en un parque que les habían puesto nuevo y en pocos días los mayores habían quemado.

- El barrio no ofrece actividades, la mayoría de las actividades extra escolares que realizaban los alumnos, las organizaba el propio colegio.

-A pesar de la cercanía al colegio y la única dirección de acceso, la mayoría de los alumnos iban en coche, moto y otros transportes privados al colegio, de los cuales no compartían con sus vecinos y compañeros de clase.

- Todos marcaron zonas en negro que les daban miedo y en su dibujo ideal de su camino al clase muchos dibujaron alguna tienda de chuches, más zonas verdes y un camino limpio de basuras.

- Incluso algunos se atrevieron a escribir que les gustaría que hubiese más movimiento del barrio con conciertos y actividades por el estilo.

Lo que más nos gustó fue llegar y que no supiesen que era el urbanismo, y tras explicárselo y realizar el ejercicio, la gran mayoría había entendido lo que era.  Preguntamos quien querría ser arquitecto y urbanista. Pero ninguno quería serlo, dijeron que eso era muy difícil.