D.04 Me interesa la piel de las ciudades

El modo de ver la ciudad cambia con el paso de los años y esto es algo que el urbanismo debe de asimilar.

Debe de haber una renovación constante, dado que la ciudad materialmente se compone de calles y edificios, pero lo que le da vida son las personas.

Por lo tanto si la sociedad avanza y pide nuevas necesidades, el urbanismo no puede verse ajeno a estos cambios.

Esto implica que a la hora de pensar un espacio arquitectos y urbanistas tengan en cuenta lo que van a provocar. Requiere por ambas partes un estudio minucioso sabiendo que lo que según se establezca, se va a generar situaciones que requerirán distintas soluciones que se deben de controlar.

Por ejemplo se debe de saber que si se crea un mercado en el centro de la ciudad, tendrá un tránsito de personas abundante, por lo que se deberá de crear un espacio con una extensión lo suficientemente grande para que no llegue a ser un espacio agobiante y conflictivo.

Es decir la arquitectura y el urbanismo se deben de fundir a la hora de articular y enseñar los espacios de la ciudad para que esta sea rica, sorprendente, lúdica y divertida, y este sujeta a un hilo conductor que la conformen y le den un carácter único.