De Solá Morales nos resalta lo interesante de las ciudades actuales debido a su complejidad y a la cantidad de actores que en ella intervienen. Hay muchos usuarios muy diferentes, podemos decir que las ciudades actuales tienen mucha vida y muchas vidas. Esto es a la vez su atractivo y su mayor conflicto, porque la dificultad actual consiste en lograr la buena coexistencia de las diferentes funciones y los diferentes usuarios. La coexistencia de las diferentes vidas.
Recientemente se dejó de mirar lo colectivo para centrarse solo en lo particular. Tenemos por ejemplo edificios emblemáticos en las ciudades que han desaprovechado la oportunidad de generar espacios y escenarios públicos para todos los ciudadanos, y solo se han centrado y cerrado en sí mismos, haciendo desaparecer el sentido de la urbanidad y la colectividad.
Debemos de dar un giro a esta tendencia y empezar a colectivizar lo subjetivo, para poder entender muchos espacios como nuestros, de todos los ciudadanos, entenderlos públicos y de ésta manera entender que nosotros somos la ciudad. Empezar a entender que lo interesante de nuestras ciudades actuales está en generar la sensación de compartir, de respeto por la ciudad y por la diversidad de vidas que en ella tienen cabida.

La materialidad es la manera en que se manifiestan las cosas, las ideas, los planeamientos. La materialidad da presencia, atractivo, belleza. Lo que vemos, tocamos, sentimos, caminamos…es lo que nos determina cómo percibimos las cosas. Habla de la piel de la ciudad como esa materialidad y como estructura en sí misma.