“Demasiados diseñadores parecen añorar hoy las características físicas y plásticas del pasado en lugar de investigar los principios ordenadores abstractos que regían las ciudades antiguas y que nuestros conceptos urbanísticos modernos no han podido aún recuperar.”

De nuevo, el problema está en las raíces.

   “Cuando la estructura reúne ciertas condiciones se llama un semirretículo, cuando reúne otras más restrictivas se llama árbol.”

El modo en el que se relacionan los elementos en la ciudad hace crecer a esta; el propio crecimiento de los elementos hace que estos se relacionen:

“Creo que una ciudad natural tiene la organización de un semirretículo; en cambio, cuando organizamos artificialmente una ciudad, lo hacemos como un árbol.”

En una ciudad natural, 1 se relaciona con 2 para crear 12 del mismo modo que 3 se relaciona con 4 para formar 34. A su vez, 2 puede seguir creciendo al relacionarse con 3 para conseguir 23 y así establecer una conexión entre 23 y 34.

En una ciudad artificial, 1 crece uniéndose a 2 formando 12. Ambos quedan limitados a 12 y solo son capaces de crecer a un gran conjunto superior 123456, no tienen esa posibilidad de seguir interrelacionándose en el proceso de crecimiento.

   “… la estructura social es hoy día muy diferente [a la de un árbol]. Si pedimos a un hombre que nombre a sus amigos y después a cada uno de éstos que nombre a los suyos, todos nombrarían personas distintas y muy probablemente desconocidas para el primer interpelado; estas personas nombrarían a su vez otras y así en adelante. En la sociedad moderna no existen prácticamente grupos cerrados.”

¿Quién no ha tenido nunca en su adolescencia un “grupo cerrado” de amigos? Está claro que el camino es la interrelación. Si un día me enfado con mi grupo de amigos, ¿dejaré de crecer por no estar con ellos? Sin embargo, si abro mi grupo de amigos, ¿tendré más margen de enfado con estos? No obstante serán conocidos de mi grupo de amigos…

Interrelacionarse mejora, aumenta campos, por ello crea ciudades. Todos nos sentimos a gusto en nuestro “grupo cerrado” de amigos, pero los amigos van más allá del “grupo cerrado”. En algún momento ésta interrelación da lugar a los subconjuntos y se crean familias, como consecuencia de esa conexión. E aquí la verdadera ciudad.

Dibujo estructuras: http://www.arquitecturayempresa.es/noticia/como-funciona-una-ciudad

Imagen: http://elblogdefarina.blogspot.com.es/2011/02/la-ciudad-organica.html