Estamos acostumbrados a trabajos de campo en otras asignaturas, por lo general gráficas, pero nunca antes nos habíamos enfrentado a un proyecto que tuviese en cuenta la opinión de personas que nada tienen que ver con un profesor de proyectos o similares. Teníamos que encuestar a personas totalmente ajenas a la escuela, y no de cualquier edad. 

Asignados al colegio Sancho Panza, cercano al centro comercial Serrallo, decidimos establecer una primera impresión física, sin mediadores comunicativos tales como llamadas telefónicas o correos electrónicos caídos a veces en el olvido. Nuestro objetivo era que a cualquier representante del centro le pareciera grata la idea de tener en cuenta a sus alumnos en un proyecto colectivo de cambio en su propio barrio, y para ello un primer encuentro en persona era lo primordial. 

El director del colegio - también profesor de gimnasia - accedió de buena gana a nuestra proposición, y nos concertó una cita un tiempo más tarde con sus alumnos de 6º de primaria durante una de las clases de educación física. Y aquí creíamos que empezarían los problemas, ya que no hace falta decir que la hora favorita de la mayoría de chic@s en la escuela primaria suele ser la "gimnasia". Temíamos que, debido a esto, los niveles de implicación y atención de los alumnos serían mucho menores en comparación con si llegamos a realizar la encuesta en una clase de, por ejemplo, Lengua o Matemáticas.

Sin embargo, nos llevamos un alivio al descubrir que nos equivocábamos. Resultó ser que los alumnos tuvieron muy buena iniciativa, poniendo totalmente de su parte. Parecía que el hecho de que se les tuviera en cuenta su opinión sobre el barrio en el que vivían les hacía más partícipes de lo que esperábamos. Esto nos ayudó notablemente en la realización de la encuesta; leíamos una pregunta y la respondíamos todos a la vez. Si surgía alguna duda, se resolvía con rapidez, aunque tampoco tuvimos ocasión de responder a demasiadas preguntas ya que toda la clase parecía entender a la perfección el A3 que tenían en sus mesas. 

Una vez acabada la encuesta, el director nos pidió que no dudasemos en volver con los resultados de las encuestas y nuestras intervenciones dentro del barrio, ya que él y sus alumnos tenían mucha curiosidad en este proyecto que les estaba envolviendo. Desde luego no faltó entusiasmo; sinceramente, no sabemos quien disfrutó más, si ellos o nosotros.

Nuestra experiencia ha costado que no fuese positiva. Desde luego esperamos realizar más veces este tipo de intervenciones en donde se tiene en cuenta la opinión de quien realmente va a vivir en el futuro proyecto. Sería genial seguir realizando más encuestas de esta índole, no solo a lo largo de la carrera, sino durante toda nuestra trayectoria profesional, ya que consideramos que este es uno de los métodos que más posibilidades tiene de generar un proyecto decente. El proyecto común de ciudad.

¡Gracias 6º de primaria de Sancho Panza!