El autor del texto nos invita a hacer una reflexión sobre lo que es un espacio público, y lo que implica su planificación. “Todos los proyectos de espacios públicos lo son en la concepción y administración. Pero no todos los espacios de urbanidad con la significación cívica, política y figurativa que corresponde a la buena ciudad.” “Es, entonces competencia del ingenio, de diseño o de innovación? Es la sorpresa formal o la modernidad temática lo que vale? Es la dificultad vencida o la eficacia transformadora?”

Con mucha frecuencia se denomina al espacio público aquel que no ha sido proyectado, sino que es resultado de la ocupación del espacio “vacío” entre arquitecturas. Este espacio no se concibe como espacio público según el autor, es una especie de acumulación de artificios que responden a la tipología habitual que se ocupa de rellenar el espacio con farolas, bancos y papeleras y llamarlo de esta manera. Por otro lado están aquellos proyectistas que pretenden hacer algo “moderno” que le de al espacio cierta identidad. Es en muchas ocasiones un fracaso por hacer los espacios atractivos quizás visualmente, pero son lugares inhóspitos en los que la gente no quiere quedarse, quizá corra un viento muy fuerte, haga demasiada calor, o los bancos sean incómodos y las vistas sean austeras...

Con esto quiero decir que existen infinidad de maneras de modificar el espacio para convertirlo en un lugar de uso común, pero para mi lo más importante, lo que define un lugar como espacio público es su capacidad para que se den las relaciones humanas, para que las personas se sientan, se crucen miradas, se escuchen las risas de los niños, se pueda disfrutar del sol al aire libre, se puedan encontrar unos amigos para charlar, etc

“Las paredes, el suelo, las farolas, los portales y las rampas son vehículos, las esquinas y los rincones establecen sensaciones mentales que relacionan a las personas.”

El espacio público permite que las personas nos sintamos más humanas, que desarrollemos nuestro propio ser. Es necesario que existan estos lugares y que sean de la gente, que todos puedan disfrutar de ellos y que se den los episodios de la vida de la ciudad. En mi opinión los buenos espacios públicos son aquellos en los que te incluyen formando parte de algo, en los que las personas se sienten ciudadanos y la ciudad como suya.