Desde el principio de los tiempos ha habido una intención por trazar la ciudad, lo observamos ya en la época de los egipcios, e incluso con los romanos con "el Cardo maximum y el Documanus maximum" que establecian los ejes de la ciudad, y así a continuado creciendo la importancia del trazado del territorio hasta llegar a nuestos días. 

Los trazados de la ciudad acaban convirtiéndose en un rasgo característico de la misma. Pero el trabajo de trazar, ordenar, relacionar, construir... el espacio, no es algo fácil.

Trazar conlleva ser capaz de sintetizar, es cuestión de escala, de entender la ciudad desde toda su magnitud hasta su detalle más pequeño. Significa trocear, dividir el espacio, pero al mismo tiempo establecer relaciones entre todas ellas. Implica que seas capaz de guiarte por el espacio, implica relacionarse, implica que la ciudad se organice por y para el ciudadano.