Actualmente conocemos las grandes ciudades europeas por sus ejes más famosos y aunque en el texto se ha hablado de sus cualidades organizativas, visuales, favorecedoras del movimiento… Me gustaría, centrándome en la ciudad de Granada, comentar lo que supuso para la urbe la creación de la Gran Vía de Colón.

Estos planes urbanísticos son instrumentos a manos del poder que cambiaron el plano de Granada drásticamente. A finales del siglo XIX la ciudad atraviesa una época de bonanza económica, esto junto a la costumbre de que cada vez que había paro o problemas sociales se hacía una obra pública, provoca este nuevo plan urbano. La Gran Vía se convierte en un corte a la continuidad homogénea que había entre la parte central de Granada y el Albaicín.  Muchos edificios se destruyeron sin más miramiento con el único objetivo de imitar las modernas ciudades europeas de época por intereses políticos y económicos. Ya Leopoldo Torres Balbás analizó su resultado:

‘La Gran Vía de Colón es una calle recta de 822 metros de longitud y 20 de anchura, que une la de los Reyes Católicos con el Triunfo; es hoy una fea calle moderna, sin perspectiva ni carácter alguno, fatigosa de andar, en la que tan sólo distrae la vista un erguido ciprés dejado en una de sus aceras como recuerdo del convento de Santa Paula. La ciudad fue cortada por la titulada Gran Vía, con ignorancia y desprecio extraordinarios, sin atención alguna al carácter de la población, a su historia, a su clima, ni a su belleza.’

Como conclusión y junto a lo hablado en clase, remarco la importancia de crear espacios humanos, el problema de la Gran Vía no es único en Granada  y la dejadez del ciudadano ante la organización adecuada de la ciudad provoca el desapego sentimental hacia ella.

Imagen: Gran Vía cuando existía la calle pero todavían no existían los bloques. Fuente: www.imatv.es