Se ha tenido siempre una extraña obsesión por el orden perfecto y la impoluta geometría, nuestras mentes racionales nos llevan a ello, y en la organización del territorio para hacerlo más ``habitable´´ no iba a ser menos. Pero esa geometrización ha hecho que olvidemos factores fundamentales para ese diseño para la vida.

Los factores del terreno tan valorados, imponentes e inquisitivos antes han pasado a un segundo plano, la topografía ya no es un problema destacado, nuestras máquinas pueden con todo, la luz del sol ¿quién la necesita teniendo luz artificial? y la situación poco influirá mientras se tengan aparatos de climatización. Esa falta de respeto por el medio y el no adaptarse a él ha destrozado la identidad que éste obligaba a las ciudades a tener, y esa geometrización se ha vuelto constante monotona y repetitiva en prácticamente todas las ciuades.

Si es verdad que hay ejemplos de geometría y ejes que nacen de ella que si han adaptado esta nueva forma de imposición a la naturaleza y lo antiguamente construido para justamente lo contrario, colaborar y aprender del medio y de la arquitectura preexistente para sacarle el máximo partido y obtener el beneficio de todas las parte.

Un ejemplo destacado de ello es el ensanche de Barcelona de Cerdá, un proyecto completamente democrático, igualando la calidad de vida de todos aquellos que lo habitan, con una geometrizacion blanda, abierta, rompiendo su dureza con parques y plazas, con grandes ejes de comunicación que tampoco pierden la función de encuentro, un centro basado en la combinación de lo nuevo y antiguo respetando esto último, otorgando referencias con la diagonal a la vez de un eje primordial.

Tambien hay ejemplos en los que no se parte de 0, como el parís del varón haussman, trazó amplias avenidas, rotondas y boulevares otorgando a la ciudad fluidez en el tránsito pero también un eficaz medio de sofocar revueltas. Aunque existe cierta controversia con el trazado de ejes en la actualidad, contrariados por opiniones que defienden un crecimiento más libre natural y orgánico.

En mi opinión, los ejes tienen importancia por su poder de estructuración de todo lo que le rodea, su capacidad de conectar a una escala mucho mayor que la suya propia, crear monumentalidad y belleza y dirigir un tráfico que exige estas infraestructuras. Todo ello sin olvidar a la hora de proyectar que el terreno, la ciudad y el ciudadano mandan.