Trazar el territorio es una forma de conocimiento.

Colocar hitos, referencias en el territorio es una manera de conocerlo y orientarse en su laberinto. Por ejemplo, solo pensamos más fácilmente si el camino es recto y si en el camino hay puntos de referencia fácilmente reconocibles. Así como la lectura y el trazado del lugar son más facíl si el camino es señalado por plazas y espacios publicos, intendidos como lugares de encuentro y de lo collectivo.

De esta ciudad me ha impresionado Camino de Ronda porque es una calle sin pausas, plazas o espacios publicos. Esto implica, en mi opinión una sensación de espacio infinito, de un camino que parece no tener fin. Es un camino estático, que no presenta tampoco ritmos en las fachadas y si da un lado esta regularidad puede ser motivo para una fácil orientación, el otro no suscita la curiosidad en descubrir el lugar, todo parece igual. 

Fuente de imagene: https://wanderlustbec.wordpress.com