La creación de ciudades se ha ido orientando a los vehículos, olvidando que quienes realmente habitamos la ciudad somos las personas. Esto me da que reflexionar hasta que punto la ciudad debe tener coches o no en sus calles.

Es verdad que hay zonas a las que no se puede restringir el acceso de vehículos, pero por esa misma razón, creo que hay sitios en los cuales no se debería de haber introducido el tráfico.

A la hora de repartir el espacio publico, se tendría que tener en cuenta que parte de calle se le deja a los coches y cual a los peatones. Hay muchas zonas que carecen de actividad urbana por el hecho de que el reparto ha sido inadecuado. Por todo esto pienso que deberíamos de replantearnos estos reparto e incluso promover cambios desde la misma ciudadanía, ya que en el fondo somos los principales afectados.