En el texto habla sobre el proceso y los elementos a tener en cuenta a la hora de plantear el sitio. Atendiendo a la importancia del estudio previo del lugar y de los futuros habitantes del mismo.

Una de las preguntas que lanza es por qué nos resultan más bellos los lugares que ya conocemos pertenecientes a la historia como las pequeñas plazas de Roma. Bien, pues en mi opinión, estos espacios muestran el paso del tiempo, autenticidad y cuidado al hacer.

En el pasado se tardaban décadas, incluso cientos, de años para llevar a cabo un edificio o un espacio público no sólo por la escasez de tecnología, sino más bien por el cuidado y la atención que se ponía al detalle. Hoy en día buscamos obtener rápidos resultados para llenarnos el bolsillo lo antes posible.

Otro de los factores que a mí personalmente me atrae de estos lugares es la elegancia con la que se realza el entorno, factor que hoy en día pocas veces se tiene en cuenta a la hora de planificar el sitio, en esos lugares soy capaz de imaginar cómo se comportaban los habitantes mientras que en nuestros tiempos se crean espacios fríos que se alejan de las necesidades reales del futuro cliente. Y hablo no del cliente referido, por ejemplo, a la promotora o constructora, sino al futuro usuario, quién debería establecer realmente los objetivos del asentamiento o participar de alguna manera en su decisión ya sea con encuestas, informándoles...

Dicho esto, creo que el principal problema del actual urbanismo es el desconocimiento y la falta de participación de los habitantes de la ciudad a la hora de planificar el sitio, además de la falta de atención previa al entorno, que se deja de lado mientras debería ser uno de los principales motores a la hora de actuar en el lugar.