Para comprender el concepto de Forma Urbana de manera racional hay que tener en cuenta el estudio de las causas del crecimiento, las diferencias que surjan y los resultados; ya que esto es lo que va modelando la ciudad a lo largo del tiempo. Dichas decisiones, las cuales forman parte de la manera más o menos acertada de proyectar, van creando la escala urbana.

Actualmente las ciudades o núcleos urbanos se van creando mayormente por factores que antes no tenían mucha relevancia en este proceso o simplemente no existían, como por ejemplo la inmigración demográfica o la industrialización. Este proceso moderno de urbanización que cada vez más se acerca al interés por el beneficio privado como utilidad del control público está causando que estos factores externos distorsionen la lógica proyectual del proceso mencionado de crecimiento urbano a pequeña y a gran escala, pues los diferentes elementos de la ciudad es la que la van incrementado.

Pero deberíamos preguntarnos, ¿tenemos que retroceder e investigar en el urbanismo real y teórico para intentar que estos factores nos sirvan de guía y no como muralla donde la proyección quede en un segundo plano? ¿Cómo hacer que el difícil paso de lo teórico a lo práctico sea lo menos drástico posible?

Entender la Forma Urbana en su totalidad significa entenderla como resultado de ideas y proyectos sobre la unión de 3 niveles superpuestos los cuales son urbanización, edificación y parcelación. Como dice el texto, cada uno de ellos está sujeto a ideas y proyectos propios, con ritmos, origen y ámbitos diferentes. Pero cuando estos son una unidad y se complementan (no necesariamente tienen que ser los mismos pues la riqueza esta en que concuerden y se completen) crean la verdadera "Forma Urbana", pues esta también nace de un conjunto de muchos elementos que están en armonía.

Muchas veces refrescar viejas ideas, entender que, queramos o no, la forma de urbanizar ha cambiando e intentar estudiarlo para poder darle soluciones con ideas bases, pueden crear una "guía" para, por lo menos, intentar empezar a estar satisfechos de nuestras obras urbanísticas contemporáneas, pues esto también es historia.