En el artículo "La ciudad no es un arbol" C. Alexander critica lo esquema abstracto del árbol que se utiliza para la planificación urbana. Esta es una disposición en la base de la ciudad artificial, en el que cada parte interactúa con otra según un esquema jerárquico. Al contrario, la ciudad natural,que se sedimenta en el tiempo, funciona como un " semirretículo". Es, sin embargo, una estructura abierta en la que las diferentes partes están cruzados de acuerdo con diferentes relaciones. Todos los elementos interactúan entre sí sin una jerarquía bien definida.

Creo que la evolución de la ciudad y del territorio europeo está en realidad en constante transformación como un híbrido entre estos dos modelos, como la nueva red de conexiones se  superpone con la secuencia de la ciudad antigua, el cambio de las relaciones entre las partes jerárquicas.

A pesar de esto, el hombre corre el riesgo de transformar la ciudad en un árbol: hay el peligrode separar los elementos que componen la vida urbana cuando, de hecho, es esencial conectarlos.

La ciudad es un receptáculo para la vida. La ciudad es el lugar de conexión y relación. La complejidad de las redes sociales que se entrelazan es la riqueza de la ciudad, formada por personas y sus interacciones, y de la multitud de diferentes uniónes de recursos en varios niveles.

La riqueza de una ciudad reside en la diversidad de las relaciones que se establecen entre sus habitantes, pero en las ciudades contemporáneas son unos espacios donde se vive de forma espontánea y podrá disfrutar de la ciudad.

Por ejemplo, hay muchas ciudades europeas en las que, aunque hay muchos espacios en los que parar para un descanso o reposo, sin embargo, no son un verdadero centro de la interacción porque la gente no se identifican con ese lugar. Son lugares que nacen para crear una interacción, bien diseñados, pero parecen muy artificial y obligando a un usuario.

fuente:http://www.rilievoarcheologico.it/magna_grecia_000006.htm