En cuanto a este texto, se entiende cómo es posible organizar una sociedad gracias al reparto del terreno en distintas ciudades; claro que se necesita un centro que coordine a cada una de ellas.

Amaurota, la capital presentada en el escrito, se encarga de recibir a todos los ciudadanos, para, así, poder controlar el sistema establecido. Igualmente, recae sobre los residentes decidir lo que será mejor para ellos. 

Se comenta el aprovechamiento del lugar como fuente de víveres y como asentamientos con ciertas peculiaridades. En cuanto a los humanos, se enseñan generación tras generación la forma de vivir y las rutinas que seguir para el correcto funcionamiento de la isla.

En conclusión, entiendo una reflexión de nuestros ritmos de vida actuales, donde encontramos lugares relevantes dentro de un mismo país, que concentra las funciones principales para poder sostener una civilización. Por otro lado, al igual que los isleños, nosotros estamos habituados a una rutina marcada por un gobierno, quien establece las normas.