José Fariña habla de como se veia prácticamente como la única oportunidad de recuperar los centros históricos de las ciudades, realizar una serie de operaciones puntuales de rehabilitación para atraer al turismo, provocando con esto el aumento del precio de los inmuebles y la despoblación de los cascos históricos de las ciudades.

A mi personalmente, el ejemplo que pone de la ciudad de Oporto me recuerda a otros casos relacionados con el tema que ocurren en España como en las Ramblas de Barcelona, donde el turismo masivo ha provocado que los barceloneses y barcelonesas hayan vendido sus inmuebles en esta zona o alquilado (a un alto coste) estos inmuebles a los mismos turistas que realmente son los que están echando a estas personas indirectamente de sus hogares. En este caso de la ciudad de Barcelona, los pocos residentes que quedan en Las Ramblas se ven obligados a cambiar su rutina, eligiendo recorridos alternativos para ir a comprar...

Considero que como propuesta está bien intentar recuperar los cascos históricos de las ciudades con la ayuda del turismo, que generalmente deja bastante dinero en las ciudades, pero me parece que debería de producirse un turismo más moderado y sostenible y no tan salvaje que no promueva la distinción de clases sociales (como en la ciudad de Oporto) y si la coexión entre los autoctonos de la zona y los turistas, ya que en muchos casos el encanto de estos cascos históricos está en las costumbres y en la forma de ser de las personas que residen en ese lugar.

Imagen: https://artecarracedo.wordpress.com/tag/la-ciudad-de-los-puentes/