Estoy de acuerdo con Solà-Morales, no podemos ser pesimistas y criticar la ciudad haciendo responsables a los demás de sus problemas.

Es importante que todos nos sintamos parte de la ciudad y de todas sus cuestiones, no se trata de que las ciudades deban tener un edificio emblemático que califique la ciudad sino una ciudad bien resuelta, tanto en la idea de proyecto como su ejecución. Es decir, importa la materialidad que se decida, la piel, como se refiere Solà-Morales.

Aunque a veces sea difícil realizar buenas intervenciones porque como se dice en el texto es difícil que todas las personas implicadas estén volcadas en conseguir que salga a delante el proyecto, no podemos perder las ganas de querer mejorar nuestras ciudades porque nuestra relación con ella es inevitable.