El pimer capítulo del libro trata sobre la importancia de las calles, que pertenecientes a la ciudad desde su origen, crean una imagen sintética de la ciudad estableciendo jerarquías, edificaciones y lugares, indicándonos que tal espacio se conoce recorriéndolo (observándo los cruces de calles, viviendas, rasantes...).

Un aspecto a destacar es en la importancia que se le da a la proporción de las calles según la combinación de funciones peatonales y de vehículos. También divide las calles en diversas tipologías, lo cuál me ha llamado la atención, según su antigüedad, su sección transversal (cuenta la relación del edificio con el terreno) y la sección longitudinal (ofrece las pendientes); calles domésticas (debido a su privacidad); y calles diferenciadas por el movimiento de vehículos, bullicio humano...

Entre los varios ejemplos que expone me llama sobre todo la atención la Via Appia de Roma: la más importante calzada de la Antigua Roma ya que no es la típica calle a la que estamos aconstumbrados,sino ver un poco en la historia el nexo de conexión, el modo de urbanizar de las civilizaciones antiguas.