En este texto, que se encuentra en la última página del libro “Los nuevos principios del urbanismo”, Francois Ascher nos define un nuevo urbanismo, una nueva manera de entender el urbanismo que surge porque la sociedad está cambiando. Con ello se entiende que el urbanismo del pasado queda obsoleto y no es válido para la sociedad actual, por ello yo creo que en las ciudades debería haber un organismo que fuese estudiando el urbanismo continuamente, realizando cambios cuando sea necesario y sin crear planes espaciales para que duren mucho tiempo, que se acaban quedando anticuados rápidamente. El urbanismo tiene que adaptarse a las distintas épocas y sociedades, adaptándose a las nuevas circunstancias.

Dos de las definiciones que da para entender este nuevo urbanismo son un urbanismo reflexivo y participativo, para mí ambas definiciones están relacionadas. Cuando hacemos un proyecto tenemos que estar constantemente haciendo un análisis del lugar, buscar integrarlo en el espacio, teniendo en cuenta lo que será mejor para el barrio donde se va a implantar y escuchando sus opiniones. Un proyecto podrá ser mejor con la participación de muchas personas que aportan ideas, sobre todo de las personas a las que está destinado el proyecto. En algunas ocasiones se tiene en cuenta la opinión de los niños permitiendo así su intervención y también la de las personas mayores, a la hora de crear espacios de reunión para evitar la soledad. Este apoyo mutuo y la aportación de diferentes opiniones crearan un mejor proyecto, que además se mejorará si conseguimos valorar lo que hacemos, aprendiendo de los errores.

Para concluir, hay una frase de Miralles que puede resumir esta idea muy bien: “La idea fundamental es que el proyecto nace de una conversación con otras personas de manera que esa especie de conversación a uno le permite entrar en la realidad no de un modo impuesto. Yo creo que la mejor maqueta de un proyecto es la conversación.”

IMAGEN: http://zacatlancontonygali.blogspot.com.es